Sobre Mí

¿Quién Soy?

Terapeuta Integrativo

Mi nombre es David Miravet y nací en Castelló de la Plana en 1976 . Me considero un explorador de la Vida y un buscador de la comprensión del ser humano. Estudié en la universidad Jaume I de Castellón la Diplomatura de Magisterio de Educación Física y la Licenciatura de Psicopedagogía, pero donde comenzó mi camino de autoconocimiento consciente fue lejos de las aulas universitarias, allá por 2002, cuando inicié mi formación en Terapia Gestalt Integrativa en el Instituto de Psicoterapia de Valencia.
Desde entonces no me he detenido en esta búsqueda, tanto personal como profesional, formándome de manera continua y constante en nuevos modelos terapéuticos que han ido surgiendo a lo largo de estos años y que han ido ampliando mi campo de visión y mi profesionalidad.

Tras casi veinte años compaginando mi trabajo en educación, como profesor y orientador, con mi labor psicoterapéutica, decidí soltar en 2019 definitivamente mi «puesto seguro» como orientador en Educación Secundaria para dedicarme por completo a la terapia individual y a los talleres grupales de crecimiento personal, lo cual resultó ser un gran alivio que me ha permitido entregarme con pasión a lo que considero mi misión en esta vida. Como ser humano lo que más me enorgullece es estar rodeado de una red de personas, amigos y amigas, a los que considero un verdadero tesoro. Puedo afirmar con el corazón en la mano que mi vida está llena de gente buena y honesta.

En cuanto a mi desempeño profesional considero que ha ido evolucionando a lo largo de este tiempo al mismo ritmo que yo como ser humano. Desde el año 2002, al igual que me he ido formando de manera continua para ser mejor profesional, no he parado de participar en grupos de crecimiento personal y de asistir en diferentes etapas a psicoterapia individual. Estoy convencido de que no se puede acompañar a otras personas más allá de donde uno ha llegado. Todos tenemos temas personales que revisarnos, heridas de la infancia que sanar, episodios de nuestra vida que mirar para comprender, aceptar y amar… La humildad, la honestidad y el respeto son valores fundamentales en la tarea de acompañar a otros seres humanos en su camino de vida.

Con el paso de los años siento que he ido hacia un modo de hacer más integrador, compasivo y honesto. Aceptar que el paciente o cliente es el único que puede saber cuál es «su verdad» me ha ayudado a trabajar desde un lugar interno más auténtico y respetuoso. El mero hecho de sentirnos escuchados y respetados nos proporciona alivio, confianza, aceptación. Seguramente lo que más ayuda a sanar y avanzar en terapia es una relación honesta y de confianza, sin sentirse juzgado ni presionado, con aceptación y permiso para poder ser uno mismo, y expresarse y mostrarse desde la más profunda libertad.
El acercamiento a lo corporal y a toda la sabiduría que guarda nuestro cuerpo se ha ido integrando cada vez más en mi quehacer profesional. He comprobado durante todo este tiempo cuán desconectados vivimos generalmente de las señales de nuestro cuerpo, de nuestras sensaciones, de nuestras emociones y sentimientos. Las defensas caracteriales inconscientes se encargan de que esto se mantenga así. Nuestra personalidad se fue forjando desde niños para poder sobrevivir y obtener del entorno todo aquello que necesitábamos… pero aquel «traje de supervivencia» llega un momento de nuestra vida en que se nos queda pequeño, nos aprieta y no nos permite vivir con plenitud.

Por todo esto considero la terapia como un viaje de autoconocimiento acompañado de otro ser humano que, en el mejor de los casos, ha avanzado de manera consciente en su camino.